Atardece en el Castillo de San Cucao en la boda de Eva y Kiko, primero una misa preciosa en San Isidoro el Real y luego directos al aperitivo.
Como siempre aquí en San Cucao el trato es excelente, la labor del personal, el entorno, la comida… Todo ello hace de las bodas en este lugar únicas y especiales.